Tener un sueño y que se haga realidad. Esa es la increíble sensación que tengo desde que hace 9 días aterricé con Fer y Porthos en el JFK, en un martes y 13 que no se me va a olvidar nunca. Las supersticiones están para reírse de ellas.
Hace 5 años Fer y yo decidimos, haciendo el Camino De Santiago -de Valladolid a Santiago de Compostela en la primera quincena de agosto: nos ganamos bien ganada nuestra Compostelana- que intentaríamos vivir y trabajar en Estados Unidos. Pero lo que no nos imaginamos es que la oportunidad se nos presentaría en nuestra ciudad soñada.
El 13 de julio, y sin que el covid pudiera impedirlo (por los pelos), empezó nuestra aventura americana. Y he visto tanta ilusión por tu parte, que estás ahora leyéndome, y tanta gente con ganas de Nueva York: «por favor haz vídeos de todo!«, «me encantan tus stories enseñando la ciudad» «Estamos enganchadas jajaja queremos más!! «»por favor graba mucho!» «ve contando todo!«… que tenía que compartir mi experiencia aquí. Así que familia, amigos o a ti que estás aquí aunque (todavía) no nos conozcamos: gracias por querer acompañarme en mi aventura americana.
Prometo autenticidad y compromiso: los viernes a las 3pm hora española si te apetece podrás leer un nuevo post semanal. Poco filtro y mucho recurso útil; porque sé que, igual que estaba yo hace poco más de una semana, estás deseando visitar NYC. Y si puedo localizarte algún sitio poco turístico que sepa que te va a encantar te lo contaré para que vayas directa en cuanto aterrices.
Estamos todavía en modo turista, instalados provisionalmente en un hotel y de vacaciones hasta la próxima semana. Así que están siendo días para hacer lo primero que tenía claro que quería hacer cuando pisase suelo neoyorkino: Comprar unos sandwiches (absurdamente caros, me temo) y comer en Central Park con Porthos, pasear por Madison Park para embelesarme con el Flat Iron (está en obras, lo van a dejar todavía más bonito para cuando vengas), cruzar a pie el Manhattan Bridge para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, bajar en metro al Downtown y volver en Ferry al hotel, pasear por la noche por el Midtown y la espectacular cúpula del edificio Chrysler haciéndonos de faro o comer en JG Melon, las mejores hamburguesas que nos descubrió hace 4 años nuestro amigo Chalo.
Para rematarlo, esta semana cenamos en casa de unos amigos españoles que viven aquí. Margaritas, tortilla de patatas, Rioja, risas y gente con la que quieres pasar horas. A esta ciudad no le falta nada.
Gracias por estar ahí. La próxima semana más ♥