Cuando supe que nuestro décimo aniversario de boda estaríamos viviendo en Nueva York empecé a barajar opciones. Esa celebración pintaba demasiado bien. Desde España di por sentado que lo celebraríamos cenando en alguno de esos sitios prohibitivos a los que vas… pues eso, cuando celebras diez años casados. Ya viviendo aquí, como tantas cosas que son diferentes a como las imaginamos, cambiamos de plan y decidimos que la mejor manera de celebrarlo era haciendo una escapada al Valle del Hudson con Porthos -no se iba a quedar él sin celebración-, un lugar que estaba deseando conocer y que ha superado mis expectativas (que ya eran grandes).
Ventajas de hacer una escapada en Nueva York: os va a entrar la risa de lo barata que es la gasolina aquí. Llenamos el depósito por algo más de 20 dólares. Desventajas de hacer una escapada en Nueva York: os entran ganas de llorar de lo caro que es todo lo demás. Cuando sales de España es cuando más valoras la calidad (y los precios) de nuestra hostelería y hoteles. Probablemente sea la frase más repetida y a la vez más cierta que decimos los españoles cuando viajamos fuera de nuestro -espectacular- país.
Buscábamos un hotel que no fuese solo de paso sino del que poder también disfrutar. El que encontré (buscando mucho, eso sí) es de los que recomendaré con los ojos cerrados en el futuro: The Old Mill by Audrey’s Farmhouse. Un alojamiento cuidado hasta el extremo en el corazón del precioso Valle del Hudson. Uno de esos negocios que se nota que son proyectos personales en los que se ha puesto corazón y alma, que me encantan. Nos ganaron cuando al entrar en nuestra habitación el viernes nos dieron la bienvenida con una botella de Rioja. Pero nos remataron cuando llamaron a la media hora a la puerta con una botella de champán por nuestro aniversario.
A partir de ahí, y hasta el domingo por la mañana, vivimos uno de los fines de semana más especiales que recuerdo. El sábado descubriendo el coqueto -pero para mi gusto demasiado turístico- pueblo de Cold Spring, paseando junto a la ribera del majestuoso Hudson, visitando mercadillos, y admirando los espectaculares paisajes del Valle del Hudson, que empieza a cambiar poco a poco a los colores de otoño (entiendo por qué este lugar es tan famoso más avanzado el otoño, qué espectáculo tiene que ser con sus colores). Mucho lo guardamos para nosotros, pero algunos momentos os los comparto en el vídeo de esta semana. Es especial, vedlo con cariño.
Gracias por estar ahí. La próxima semana, más ♥