Hoy hace diez años me casé con el amor de mi vida en un precioso día de otoño que, por supuesto, recuerdo como si fuera ayer. Intuía que sería el día más feliz de mi vida (lo fue), pero lo que no sabía es que la felicidad con Fer sería mayor cuantos más años casados pasaran (no menor, como algunos nos quisieron hacer creer). Ni que le querría cada día más. Literalmente.
Así que hoy es un día especial que celebraremos de manera especial. A mediodía nos alquilamos un coche para hacer una escapada de fin de semana al Hudson Valley, una preciosa zona de pueblitos de postal – sobre todo en otoño – a hora y media de la ciudad de Nueva York. Con Porthos, por supuesto, eso ni se pregunta. Celebraremos este décimo aniversario bien celebrado, los 3 juntos.
Otoño en Nueva York es nombre de película, de canciones, de libros y de tantas otras obras culturales y creaciones artísticas. Cómo no lo va a ser: pocos lugares tienen tanto encanto y son tan inspiradores como esta ciudad en Otoño. Que -por fin- vuelve a abrir sus puertas al mundo en noviembre. Qué ganas tengo de que vengan familia y amigos (familia, amigos, venid) y qué bien le va a venir a esta ciudad volver a llenar sus calles de gente apasionada por Nueva York. Quién no lo está.
Aunque estamos oficialmente en otoño el tiempo se parece todavía bastante al veraniego, así que hay que aprovechar para hacer todos los planes outdoor posibles. El fin de semana visita a la preciosa zona de Greenwich Village (no me atrevo a decir que es mi favorita porque ya sabéis, con Nueva York difícil. Pero una de las que más me gustan sin duda) y atardeceres en Central Park, solos el sábado y con amigos el domingo. A cualquier hora del día y en cualquier momento del año: este parque es siempre especial.
Esta semana además he descubierto con una amiga un tesoro de esos que se conocen poco y que es una auténtica maravilla: The Met Cloisters, en el norte de Manhattan (se sale de la ruta turística y está un poco lejos pero es una auténtica joya, merece mucho la pena una visita).
Ya sabéis que viví un otoño aquí y tengo un recuerdo increíble, la ciudad es una explosión de todos los tonos posibles de rojos, naranjas amarillos y marrones. Y sus calles se convierten en escenas que de bonitas parecen irreales. Y todo con buen tiempo todavía y el sol irrepetible de otoño, que a finales de noviembre llega ese frío al que le tengo pavor. Pero no adelantemos acontecimientos, todavía no hay que pensar en abrigos ni botas de nieve. Carpe diem. Que ha llegado el otoño a Nueva York.
Gracias por estar ahí. La próxima semana, más ♥
Cristina Ausin
Qué bonita estación para casarse!! Y qué bonita estación para estar en NY ❣️Muchas felicidades a los dos por vuestro aniversario 💍
María
Cristina AusinPara mí la más bonita! Y en Nueva York… un sueño, ya sabes. Gracias Cris, beso enorme ❤️