Hace ya más de 3 meses que vivo en Nueva York (wow), nunca había estado tanto tiempo aquí y ya sí que siento que esto es una realidad. Cuando creé este blog lo hice pensando que a mí personalmente me gustaría conocer la experiencia de una española viviendo en Nueva York y que, como a mí, probablemente os pasase a algunas (y algunos, menos, que estáis por aquí!). Y en esta vida neoyorquina hay mucho de rutina que creo que no os estoy enseñando y que desde esta misma semana os voy a empezar a compartir. Porque Central Park, Greenwich Village y tantos otros sitios son maravillosos, pero la realidad es que voy solo los fines de semana porque entre semana toca trabajar. Y si estás aquí es porque ese trabajo, que se llama The Spaniel Studio, también quieres verlo, y si es behind the scenes mejor, ¿a que sí?
Ya que ha salido el tema, volvamos a Central Park. El lugar en el que empiezan y terminan nuestros fines de semana, por algo será. Cuando necesito despejarme, cuando echo más de menos de la cuenta, cuando hay que parar (lo de trabajar y relacionarse en inglés continuamente llega a agotar), Central Park te acoge y te mece para que vuelvas al lío renovado. Está tan bonito en estos días de otoño con sol que no hay foto o vídeo que pueda capturarlo (yo lo intento con ganas para enseñároslo, la intención es lo que cuenta). El pasado fin de semana fuimos también al Downtown, casi más como pretexto para coger el Ferry, el viaje en barco más barato (2,75$, lo mismo que el metro) con las mejores vistas del skyline neoyorquino. Cuando vengáis, en vez de volver al hotel en metro volved en Ferry y me contáis.
El otoño neoyorquino avanza lento y, tal y como lo recordaba, está tratándonos de maravilla, con días de sol que se disfrutan muchísimo al aire libre (esos planes que, me temo, tienen los días contados). Y a mí, que me encanta meterme en el papel, me ha dado por el slow cooking que he visto que les encanta aquí, y que resulta que es muy sano (y tengo que decir que riquísimo también). Para contrarrestar seguimos con nuestros pancakes los fines de semana. Con mantequilla. Y sirope de arce. Así que a las siete de la tarde seguimos fieles a nuestra cita con el gimnasio. Que para exprimir Nueva York hay que estar en forma.
Nueva York está bonito. Ya lo veréis en el vídeo. Gracias por estar ahí. La próxima semana, más ♥